Duelo

He vivido en el limbo, en una oscuridad absoluta que ha rasgado mi corazón y que ha partido mi alma en mil pedazos. He vivido la peor experiencia de mi vida.

Mi mente no entiende la muerte inesperada e inexplicable. Mil pensamientos llenan mis noches de sombras, lagrimas y tristeza, no encuentro un porqué.

He visto a la muerte a los ojos que me esperaba. a partir de ese momento, solo tengo dolor y desconsuelo, he recorrido a diario un laberinto sin salida. He tenido que dejar ir lo más preciado y mejor de mi vida. Sin tener elección, sin un anuncio, en un suspiro.

En un instante cambia todo, somos como un grano de arena que con el viento desaparece. Nuestra existencia en este mundo es efímera. 

¿Quiénes nos creemos ser para pensar que tendremos una larga vida, que moriremos ancianos mientras dormimos, después de cumplir todos nuestros sueños y anhelos? Qué equivocados estamos. Nos aferramos a la vida como si nos perteneciera. Y en un abrir y cerrar de ojos ya no estamos aquí. Nos apegamos los latidos de nuestro corazón, lo damos todo por hecho, todo lo merecemos. Nos creemos dueños de nuestro destino y no vemos que la muerte nos acompaña siempre.